Bill Skarsgård, ¿cómo se enfrenta un actor a un papel como el de Pennywise?

En 1986, el ya por entonces célebre Stephen King lanzó su nueva novela, una truculenta historia ubicada en Derry, pueblo ficticio del estado de Maine, donde normalmente tenían lugar sus relatos. Allí, cada veintisiete años, una tragedia tenía lugar, mezclada con la desaparición misteriosa de muchos niños pequeños. El libro se titulaba Eso, It en su original en inglés, y supuso una de las cumbres literarias del escritor estadounidense, llegando a ser considerada por muchos como una de sus mejores novelas, de las más oscuras pero también de las más esperanzadoras. Y es que en It era el poder del amor y la amistad lo único que lograba vencer al monstruo.

El libro cuenta las aventuras de un grupo de chicos, El Club de los Perdedores, que debe enfrentarse en su juventud a un horripilante payaso cambiaformas llamado Pennywise, al que ellos conocen como Eso. Tras vencerle una primera vez, tienen que volver veintisiete años después a Derry, ya que el payaso ha vuelto a sembrar el caos y la muerte entre los jóvenes de la localidad. La reciente adaptación cinematográfica llevada a cabo por el argentino Andy Muschetti en forma de bilogía ha vuelto a traer a la más absoluta actualidad esta novela, convirtiéndose su primera parte en la película de terror más taquillera de la historia, gracias, entre otras cosas, al inmenso trabajo del actor sueco Bill Skarsgärd como Pennywise.

Así obtuvo Bill Skarsgård su papel en IT.

Antes de rodar esta película ya había otra adaptación de la novela, realizada en 1990, con Tim Curry como el payaso asesino. Si bien su interpretación es seguramente lo mejor de toda aquella miniserie, parece que Muschetti tuvo claro que tomaría un derrotero muy diferente para el nuevo Pennywise. Pensaban en alguien más viejo, tal vez con más experiencia…  y sin embargo, al ver la audición de Skarsgärd tuvieron muy claro que debía convertirse en el villano de la película. Sabía transmitir esa locura malsana, ese miedo que nos recorría la columna, con solo una sonrisa y una mirada. Era capaz de hacer temblar a cualquiera, y eso le dio el papel que seguramente le lance a la fama, ya que ahora le están lloviendo los proyectos.

Su relación con el Club de los Perdedores durante el rodaje

Bill, Ritchie, Mike, Ben, Eddy, Stan y Berverly formaron el club de los perdedores cuando eran tan solo unos críos y tuvieron que enfrentarse a aquel malvado payaso. En su etapa infantil, los personajes fueron interpretados por actores correspondientes a sus edades. Y Skarsgärd, sabiendo que tendría que darles miedo, se mantenía siempre al margen de sus juegos y conversaciones, como si no quisiera estar con ellos. Lo que intentaba era provocarles un mayor terror en las escenas que iban a compartir. De hecho, aseguro que incluso les daba algunos pequeños sustos entre escena y escena, para que cuando llegase la hora de la verdad, los chicos estuvieran realmente aterrorizados al enfrentarse a él.

Cómo logró meterse en el papel

Skarsgärd se enfrentaba a un gran reto a la hora de dar vida a Pennywise, no solo por la magnitud del proyecto y porque todas las miradas iban a estar en él, sino también por tener el precedente del tan querido y admirado Tim Curry. El actor sueco decidió crear su propia versión del payaso cambiaformas a través de una concienzuda lectura de la novela, buscando también referencias en el mundo animal, como las hienas y los lobos, e incluso tomando alguna cosa de otros villanos insignes, como el Joker que Heath Ledger interpretó en El Caballero Oscuro. Finalmente, el propio Bill dio al personaje parte de su propia caracterización, gracias a sus expresiones faciales y al increíble don de poder desviar naturalmente el ojo al mirar.

La caracterización ayudó mucho

Está claro que la interpretación de Skarsgärd hacía mucho para el papel, pero la caracterización también ayudó a que el propio actor se viera convertido en el personaje. El diseño es mucho más terrorífico y oscuro que en la versión de 1990, aunque guarda ciertas similitudes con aquella. El traje de Pennywise es aquí mucho menos colorido y más sucio, y sus facciones son más duras, provocando un temor irracional tan solo con verlo. Además, el actor llevó lentillas amarillas durante todo el rodaje, para ocultar sus brillantes ojos azules, que sí que muestra en una escena de la película, al comienzo. El propio rostro de Skarsgärd ayudó a crear la caracterización final del payaso, adaptándose a sus rasgos más marcados.

La interpretación a nivel físico

La suerte de tener a un actor joven era que podían utilizar a Skarsgärd para casi cualquier escena “peligrosa” en la que Pennywise tuviera que correr, saltar o lanzarse sobre alguno de los Perdedores. En muchas escenas, el payaso simplemente permanecía quieto, inoculando un terror sobrenatural en sus víctimas. En otras, sin embargo, corría, saltaba y se esforzaba en demostrar que también podía ser un rival muy físico. En este sentido, Skarsgard también aportó su propia forma de entender el personaje en sus movimientos, en la manera de caminar, o incluso de posar, para conseguir que hubiera siempre algo maligno en Pennywise, incluso cuando parece inofensivo, al principio de la película.