El simbólico reloj del apocalipsis, que ahora marca las 23.58

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Uno de los grandes miedos globales de la Humanidad ha sido siempre el Apocalipsis, el fin del mundo tal y como lo conocemos, que en la mayoría de culturas se relaciona con un desastre a nivel mundial de dimensiones catastróficas, acabando con la vida en el planeta.

Hay cientos de obras dedicadas a este tipo de suceso y son muchos los que siguen teorizando sobre lo cerca que estamos de llegar a ese punto, por los problemas que hay actualmente en el mundo, no solo en cuanto a propios conflictos entre seres humanos, sino también al cambio climático y a otro tipo de amenazas que no podemos controlar.

De hecho, hay una forma muy curiosa de medir lo que nos falta para llegar a ese fin del mundo. Se trata del conocido como Doomsday Clock o Reloj del Apocalipsis, creado en 1847 por científicos pertenecientes al mítico proyecto Manhattan, que buscaban una manera alegórica de mostrar lo cerca que la humanidad estaba de su final, reflejándolo en un reloj que estaba a punto de marcar la medianoche.

La manecilla grande, de los minutos, representaba la cercanía a ese momento de catástrofe mundial. Cuanto más cerca estuviera de las doce, peor estarían las cosas para la Humanidad. El símil gustó bastante y hoy en día se sigue ajustando ese Reloj del Apocalipsis cada vez que se estima que podría haber una nueva amenaza para la seguridad del planeta y la propia Humanidad.

Cómo funciona el reloj del apocalipsis

Básicamente, el Reloj del Apocalipsis marca lo cerca que está la Humanidad de sufrir una debacle a nivel mundial, según lo cerca que esté el mismo reloj de marcar las doce en punto. La manecilla pequeña siempre está colocada en posición vertical, marcando las doce de la noche, mientras que la manecilla grande marca siempre unos minutos antes de la hora fijada.

Cuanto mayor sea la amenaza para la humanidad en ese momento, la manecilla grande se colocará mucho más cerca de las doce, uniéndose finalmente a la otra manecilla cuando la catástrofe se haya producido. Fue ideada por científicos de la Universidad de Chicago a finales de los años 40 para mostrar de una manera directa y sencilla lo cerca que estamos de acabar con nosotros mismos.

La misma hora que en 1953

El reloj se va ajustando cada cierto tiempo según las amenazas globales que reciba la propia Humanidad. Por ejemplo, empezó en 1947 marcando las 23:50 y ha ido fluctuando durante todo ese tiempo.

En 1991, tras el final de la Guerra Fría, el reloj marcó su mínimo histórico colocándose en las 23:43. Sin embargo, a partir de ese momento y sobre todo, desde el inicio del nuevo milenio, el reloj ha ido avanzando inexorablemente hasta colocarse a día de hoy en las 23:58 horas, el mismo punto en el que estuvo en 1953, solo unos pocos años después de su creación, en plena Guerra Fría y con las grandes potencias mundiales armándose de bombas.

¿Por qué los científicos han decidido ahora adelantar el reloj del apocalipsis?

La creación del Reloj del Apocalipsis tuvo que ver con un grupo de científicos de la Universidad de Chicago conocido como The Bulletin of Atomic Scientist, los cuales son los encargados de ir avanzando o retrasando el reloj desde ese mismo momento, según el nivel de amenaza que entiendan que sufre la Humanidad.

Si se ha decidido aumentar hasta el punto más álgido de la Historia en el pasado 2018 es por la inestabilidad global, por las amenazas de grupos terroristas en todo el mundo y sobre todo, por las malas relaciones y los continuos retos entre Estados Unidos y Corea del Norte, otro de los países potencialmente peligrosos por su posesión de grandes bombas.

El reloj marca actualmente las 23:58 horas, tan solo dos minutos por delante del supuesto Apocalipsis, el punto más cercano que se ha vivido desde el año 1953. Aunque no deja de ser un marcador creado por un grupo de científicos, lo cierto es que este reloj sirve para darnos cuenta de lo cerca que estamos de un posible final atómico problemático, si antes no caemos por las consecuencias del cambio climático, algo que también ha terminado siendo tenido en cuenta por estos científicos. Al final, las amenazas son las amenazas y aquí entra cualquier cosa que pueda acabar con la vida en el planeta.

¿Qué puede hacer la humanidad para retrasar el reloj?

Siguiendo con la propia historia del reloj a lo largo de más de 70 años podemos entender que sus puntos más bajos se han conseguido en momentos históricos de paz en los que las amenazas de conflictos globales eran mucho menores. Sin embargo, las cosas han cambiado bastante en el nuevo siglo, y parece que ahora estamos mucho más a merced del terror en este tipo de conflictos.

La guerra bacteriológica y digital ha supuesto un nuevo campo de batalla impensable en 1947, y por ello el reloj está avanzando cada vez más hacia nuestra absoluta destrucción. Sin embargo, lo único que podemos hacer como humanidad es tratar de rebajar ese belicismo que parecen disfrutar tanto algunos líderes políticos, entender que a pesar de las diferencias que nos separan, este es el planeta que tenemos y debemos aprender a convivir en él de una manera pacífica, y sobre todo, luchar juntos contra el cambio climático y la destrucción del medio ambiente, que es ya hoy por hoy uno de los problemas más importantes y destacados a los que nos enfrentamos como humanidad.